De vuelta en Calabria: Aprendiendo de gelato y postres

Recuerdo haber leído en algún lugar esto: “siempre se vuelve a los lugares donde se fue feliz”. Calabria y el Instituto Culinario Italiano (ICI) son ese lugar donde he sido muy feliz, es como mi tercera casa. Esta vez regresé a Calabria a aprender sobre la tradición y evolución de la pastelería, postres y gelato. 

Durante esta experiencia, aprendí sobre la diferencia entre gelato y helado. Probé uno de los mejores gelatos, y que se ha convertido en mi favorito, “Savory Pistachio”. Disfruté mucho este curso pues el arte del gelato envuelve mucha ciencia y matemáticas. Tuve la oportunidad de crear mi propio sabor de gelato, y como buena puertorriqueña que siempre viaja con sus cositas, para este viaje decidí llevarme pasta de guayaba, así que mi sabor de gelato fue guayaba, y fue un “hit”. 

Además de aprender de gelato, aprendí sobre pastelería y postres italianos. Hice pasta frolla, salsa bianca, merengue italiano, y cannolis. Fue una semana de muchos postres y comida muy deliciosa. 

En este curso conocí gente de varias partes del mundo, Malta, Israel, México, Brasil, Canadá y USA. Volví a reencontrarme con los chefs espectaculares del ICI y conocí nuevos chefs. Visité nuevamente el mercatino y caminé todos los días al amanecer (y a veces al atardecer) cerca del mar. Respiré el aire puro del Mar Jónico, medité, cociné, y viví. 

Esta vez en Italia, no solo me llevé una lección de cocina, también me llevé una lección en hospitalidad, amor y servicio. Como dije al principio, ICI se ha convertido en mi segundo hogar y no puedo esperar a regresar.

¡A presto!

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Calabria, el Instituto Culinario Italiano, y los placeres de aprender mientras se come rico