Tepoztlán, un pueblo realmente mágico

Cuando me preguntan cuál es mi comida favorita, es una pregunta difícil de responder, pero sin lugar a dudas la mexicana está en mis “top”. Me encanta la frescura de la cocina mexicana, los sabores y la versatilidad. En el 2022 para mi cumpleaños, decidí que quería darme un regalo especial, así que busqué un destino culinario en el que pudiera cocinar y hacer otras actividades culturales. A través de un programa en Netflix conocí la Villa Bonita y decidí investigar más. La cocina exterior, la idea de cocinar en un lugar con tanta magia me atrajo, y así fue como llegué a Tepoztlán. 

La Villa Bonita está localizada en Tepoztlán, en el estado de Morelos, y se le considera un pueblo mágico. En México se le llama pueblo mágico, a pueblos que tienen una belleza natural, folclor, tradiciones, relevancia histórica, riqueza cultural, etc. Al llegar a la Villa Bonita se siente paz, pero lo más que disfruté fue la cocina, que también era el comedor. Era un espacio abierto sin ventanas, con la brisa y el cantar de los pájaros en la mañana y una vista impresionante del pueblo de Tepoztlán.

Durante 5 días estuve aprendiendo y cocinando con la Chef Ana, y Mary. Durante la experiencia visité el mercado y pude comer como un local en los diferentes puestos. Aprendí a hacer tortillas, y que un tortilla para estar bien hecha tiene que inflar durante el proceso de cocción en el comal. También aprendí del proceso de nixtamalización, que es un método precolombino en el que el maíz se remoja y se cocina en una solución alcalina. Visité un molino para aprender del proceso de la preparación de la masa de maíz. Hice pollo en adobo (que es muy diferente al adobo que conocemos en Puerto Rico), mole y tortilla azteca. También hice postres como niño envuelto, mostachón y carlota de limón. Mientras cocinaba, no podía faltar una margarita (tradicional, mango, tamarindo). Y algún que otro día mezcal, porque como dicen: “Para todo mal, mezcal. Y para todo bien, también.”

Tuve la oportunidad de visitar una alfarería libre de plomo, y ver todo el proceso que requiere hacer todos esos utensilios en barro, que es realmente laborioso y una obra de amor, hecha por gente buena y humilde en Dorantes. También probé uno de los mejores chocolates 100% cacao mejicano, y pude aprender del proceso de hacer chocolate en Cielo Dentro. 

México es un país tan hermoso, este viaje fue tan maravilloso, que reafirmó mi pensar de que la mejor manera de conocer un país es a través de su cocina. ¡Y ya quiero regresar a México para seguir aprendiendo de esta cultura tan rica!


¡Estoy deseosa de poder compartir con ustedes todas los platos que aprendí en México, así que muy pendientes!

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